¿Qué es la generación distribuida, el autoconsumo y la generación neta sencilla?
Durante muchos años la forma tradicional de generar energía para abastecer la necesidad de los consumidores ha sido a través de grandes plantas eléctricas donde está toda la energía centralizada, la cual se transmite y distribuye a lo largo y ancho del país. Por ejemplo una planta hidroeléctrica en un río genera la energía ahí, luego es transmitida a través de torres eléctricas u otros recursos, se distribuye a la infraestructura de las diferentes redes o compañías distribuidoras de energía pública (a los postes de electricidad o tendido eléctrico de las calles) y finalmente se entrega en cada sitio (casas, empresas, comercios, etc).

Muchas veces la generación de energía de este método tradicional es a base de energías no renovables (como el uso de combustibles fósiles, altamente contaminantes) o a base de energías renovables (como la hidroeléctrica) las cuales no son energías limpias ya que su proceso de producción y cadena de valor impacta los ecosistemas y medio ambiente. Construir una planta hidroeléctrica por ejemplo, implica tocar recursos naturales, modificar bosques, ríos, entre otros.
Con el avance del tiempo y la tecnología, entran al mercado otras formas para generar energía tales como la energía solar fotovoltaica, eólica, bio-masa, entre otras, las cuales sí son energías limpias ya que no tienen impactos negativos en su cadena de valor o sus impactos son fáciles de mitigar y compensar positivamente. Estos tipos de tecnologías generan la energía eléctrica par el auto-consumo: a este concepto se le conoce comogeneración distribuida. Un edificio con energía solar fotovoltaica tiene sus módulos solares en el techo, genera su energía durante el día y la consume en el momento o cuando la necesite.
Las tecnologías que caben dentro del marco de “generación distribuida” implican estar inter-conectadas a la red de distribución de energía pública (on-grid), con el fin de sustituir parte de la energía que normalmente se tomaría de la red. El autoconsumo es cuando un consumidor instala un sistema solar fotovoltaico y genera parte de la energía que consume y la otra parte la toma de la red pública.
Puede ocurrir que cuando ese consumidor está generando su energía, no la está consumiendo en ese preciso momento, entonces la envía a la red eléctrica para almacenarla o “guardarla”. En Costa Rica, las compañías distribuidoras cobran un “peaje” para que ese consumidor pueda volver a sacar la energía y utilizarla cuando la necesite.

Por último, la red pública cuantifica la energía recibida, con el fin de descontársela a ese consumidor de la factura eléctrica mensual, de manera que solo tenga que pagar la neta consumida, a esto se le llama generación neta sencilla sin venta de excedentes. ¿Por qué sin venta de excedentes? Porque si una casa produce más energía de la que consumió y le quedó un saldo “a favor” en la red, pero nunca la utilizó, ese consumidor no puede venderle ese saldo a la red eléctrica, sino que se pierde, por lo tanto lo ideal es que un sistema esté correctamente diseñado para no perder energía.
Fuente: Plan Nacional de Energía 2015-2030 del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica.